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Historias bajo la luna: Ecos de un anhelo...

  • Foto del escritor: ERIKA Castillo
    ERIKA Castillo
  • 20 mar
  • 3 Min. de lectura

Bienvenidos a vez más a nuestro espacio dentro de este bello caos llamado vida.


¿Tuvieron la oportunidad de admirar la Luna llena? ¿Han sentido sus efectos?


A mí, en particular, me llena de energía. Cuando hay Luna llena, me convierto en un animal nocturno que deambula por la casa. Pero en la mañana… bueno, no hay taza de café capaz de abrirme los ojos. Afortunadamente, este estado no me dura muchos días; de lo contrario, sería la zombie perfecta.


En una de esas noches en vela, mientras aprovechaba el regalo de insomnio que me ofrecía mi amiga la Luna, una frase se instaló en mi mente: Ecos de un anhelo.

¿Cuántas veces hemos dejado enterrados nuestros deseos en lo más profundo del alma? Ya sea porque sentimos que no es el momento adecuado o porque alguien más necesita de nuestra presencia, dejamos que esos sueños se desvanezcan poco a poco, hasta que un día solo quedan como un eco lejano en nuestra memoria.

Sacrificamos nuestras ansias de explorar el mundo por las responsabilidades que nos permiten subsistir. ¿Cuántas astronautas estarán ahora lavando la ropa? ¿Cuántos bomberos se encontrarán atados a un escritorio? ¿Cuántas bailarinas correrán contra reloj para cumplir con sus obligaciones?


No nos damos cuenta de que esos pequeños anhelos son la voz de nuestra alma, la brújula que nos guía en esta existencia y resguarda nuestra verdadera esencia. A menudo, los deseos que parecen insignificantes, por no tener una utilidad práctica en la rutina diaria, son los que realmente nos definen. Sin ellos, el mundo no sería el mismo.

Si no me creen, pregúntenle a la estrella de cine que también fue una gran inventora y cuya patente hizo posible la tecnología que hoy conocemos como WiFi. O a la mujer que, con su apoyo, ayudó a que Mercedes Benz se convirtiera en lo que es hoy.


La historia ha sido escrita por quienes no silenciaron sus anhelos, por aquellos que se atrevieron a convertirlos en realidad.


Pero, ¿qué hace que algunas personas abandonen sus sueños mientras otras luchan por ellos?

No es solo cuestión de valentía. A veces, se trata de confianza en uno mismo.

¿Cuántas veces hemos renunciado a algo que nos haría felices, como tomar una clase de baile, por miedo a no poder comprometernos con el esfuerzo que implica? Nos convencemos de que no es importante, de que hay cosas más urgentes. Pero, si hacemos un pequeño paréntesis aquí, nada vale más que la felicidad del corazón.


¿No seríamos mejores personas si nos regaláramos esos espacios donde nuestra verdadera esencia pudiera fluir? ¿No tendríamos relaciones más profundas y armoniosas si nos permitiéramos explorar todos nuestros matices?


Y entonces, ¿dónde podemos descubrir quiénes somos y qué nos mueve realmente?

La respuesta está ahí, en ese rincón de nuestro ser donde hemos sepultado nuestros anhelos.


Es momento de desenterrarlos. De encontrar la fuerza para luchar por nosotros, aunque sea solo los sábados por la tarde. Porque, si no lo hacemos, seremos como ese pajarito enjaulado que sueña con extender sus alas y volar, pero que, tras tanto tiempo en cautiverio, olvida que puede hacerlo.

No dejemos mis queridos Lectores bajo la Luna, que nuestros anhelos se conviertan en ecos lejanos, luchemos juntos, a veces el camino es más sencillo cuando lo compartimos con aquellos que miran hacia la misma dirección...


Un abrazo 🌙🌟


P.d. Los invito a que visiten mi canal de YouTube y compartamos un rato juntos aquí les dejo el link:








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