Aventuras de una mamá lectora: Un susurro de luna en medio del viento

Queridos Lectores bajo la Luna,

Hemos sobrevivido a marzo. Somos unos verdaderos héroes.

Este mes fue una auténtica pesadilla. Lo extraño es que no fui la única en sentirlo así; cada persona con la que he conversado coincide en que ha sido un mes difícil en muchos aspectos: emocional, afectivo, económico. Pareciera que marzo vino a ponernos a prueba, a recordarnos de qué estamos hechos. Como dicen por ahí: Dios da sus batallas más difíciles a sus mejores guerreros... pero, les digo un secreto: yo ya me cansé de ser de los mejores. ¿No podrían darme unas vacaciones? No me importa si me bajan de rango.

Una de esas noches de viento furioso —últimamente más comunes de lo que quisiera—, las ráfagas sacudían las paredes, ventanas y puertas. Un grito me despertó de madrugada. Mi pequeña lloraba en su habitación, atrapada en una pesadilla.

"Pero lo que nos da fuerza en determinadas circunstancias no es estar solos siempre, sino en conexión y relación con otros en la misma posición."

— Vincent van Gogh

Al abrazarla, su cuerpo se entrelazó con el mío. Por un instante me di cuenta de cuánto había crecido. Ya mis brazos no pueden alzarla como antes, pero mi corazón aún puede sostenerla en noches como esta. La melancolía se hizo presente, haciéndose un espacio junto a mí. Me trajo a la mente todas aquellas memorias de cuando yo sostenía una bebé entre mis brazos, arrullándola bajo la Luna y susurrándole promesas para un futuro que, hoy, se ha convertido en nuestro presente.

Entre lágrimas me contó su sueño, su miedo, y yo solo pude abrazarla y susurrarle que todo estaba bien.

¿Cuántas veces las pesadillas nos hacen sentir que son más reales que lo que podemos tocar?

Así me sentí yo esa noche.

Tuve un miedo repentino de no poder ayudarla, de no ser suficiente para ella, de que mis oraciones no fueran las necesarias, de que mi ejemplo fuera un pálido reflejo.

¿Y cuando mi mano ya no esté para ella? ¿Quién la abrazará en una noche como esta, donde el viento trae las pesadillas con él?

"Me prometiste que te quedarías donde estabas", susurró con tristeza.

"Era para mí un honor salvarte."

— Shanghai Girls

Sentir su cabecita sobre mi pecho, verla dormirse tranquila, me hizo recordar todas esas veces en que desperté con un grito ahogado en la garganta. Esas noches en las que ya no pude volver a dormir y acompañé al sol en su salida. Cuántas veces deseé un abrazo donde esconderme y esperar a que todo pasara.

Y de pronto recordé: ahora yo puedo ser ese abrazo para mi pequeña. Poder estar presente para ella en cada momento de su vida es un verdadero honor.

"Dios, cuánto miedo y cuánta dicha reunida al mismo tiempo."

— La ladrona de libros

Y así nos quedamos, unidas en medio de la noche:

ella durmiendo en mis brazos,

yo soñando despierta en su abrazo.

Mi pequeña ha crecido. Sus conversaciones ahora me llevan a otros mundos, donde las hadas ya no son las protagonistas. Nuestras dinámicas son más independientes… y eso duele a veces. Dejar ir siempre duele. Pero estar aquí para cuando me necesite es mi prioridad.

Aunque la vida nos lleve por caminos distintos, aunque el tiempo y la distancia intenten interponerse, siempre encontraré la manera de llegar hasta ella.

Y si alguna vez me es imposible… le pediré ayuda a mi amiga, la Luna.

Queridos Lectores bajo la Luna,

Me despido deseando que, cada vez que una pesadilla los alcance, haya un abrazo que los conforte y un susurro que les recuerde cuánto son amados.

Un abrazo.🌟🌙

P.d. Los invito a mi canal de YouTube, allí he compartido un bonito video, espero les guste.

https://youtube.com/@latintabajolaluna?si=MmUjKu0qZePKioeZ