Momentos en el tiempo: La permanencia del cambio

Todo cambia.

Como el río que no repite su curso,

como el viento que no se deja atrapar.

La vida se desliza entre los dedos,

y nada —nada— permanece igual.

Lo que hoy florece, mañana se marchita.

Lo que duele, también pasará.

Las risas, las lágrimas,

los encuentros, las despedidas,

son hojas al vaivén del tiempo,

danza sagrada de la impermanencia.

A veces nos aferramos,

creyendo que el amor, la calma o la tristeza

pueden quedarse quietos,

pero todo es tránsito,

suspiro, eco, resplandor fugaz.

Y sin embargo, en este cambio eterno,

hay una belleza serena,

una invitación a vivir despiertos,

a abrazar lo que es,

antes de que se desvanezca.

Porque justo ahí —en lo que pasa—

late el misterio de lo que somos:

un instante que respira,

una llama que baila,

una nota en la sinfonía del ahora...

Un abrazo ✨️🌙