Historias bajo la Luna: Probar para saber y soltar...
- ERIKA Castillo
- 23 may
- 2 Min. de lectura
Hola mis Queridos Lectores bajo la Luna,
hoy fue uno de esos días en los que el cuerpo no responde como quisiera. La aplicación del tratamiento me dejó mareada, somnolienta, como si mi cabeza estuviera a kilómetros de aquí. Todo se sentía más denso, más lento.
Aun así, quise probar algo distinto. En la mañana hice un nuevo tipo de ejercicio. La parte de stretching me gustó. Me sentí bien estirando no solo el cuerpo, sino también la rigidez interna que a veces cargo sin darme cuenta. Pero cuando pasamos a pilates… algo se rompió. No conecté. No fluí. Lo hice, sí, pero desde afuera. Como cumpliendo una tarea, no como un acto de amor hacia mí.

Y eso se sintió incómodo.
No trabajé desde dentro, no con intención ni presencia, sino con la sensación de tener que cumplir. Y me di cuenta de que no me gusta vivir así. No quiero que mi movimiento, mis elecciones, ni siquiera mi autocuidado, nazcan de la exigencia.
Después, me senté a meditar. Y fue ahí donde apareció lo que no se ve: las partes crudas, lo que duele, lo que juzgo en mí. No fue una meditación bonita. Pero fue verdadera. Me miré sin adornos, y aunque por momentos dolió, también me sentí aliviada. Porque está bien no estar bien. Está bien no gustar de todo. Está bien probar y no querer repetir.
Probar me enseñó. Me mostró que hay cosas que sí quiero, como moverme desde el gozo, y otras que hoy no me sirven. Me recordó que cambiar no siempre es cómodo, pero sí necesario.
Porque solo conociéndome, puedo decidir.
Y eso también es amor.
Hoy es un encuentro pequeño, mis Queridos Lectores bajo la Luna, pero lleno de intención, de presencia, porque lo hago desde el amor...
Un abrazo,
✨️🌙
Comments